DIAGNOSTICAR LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ANTES DE LA APARICIÓN DE LOS SÍNTOMAS

Un análisis de sangre resultó efectivo para diagnosticar la Enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas

Cada vez hay más consenso entre los neurólogos de que el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer debe comenzar lo antes posible, idealmente antes de que surjan síntomas cognitivos. Para cuando las personas se vuelven olvidadizas, sus cerebros están tan severamente dañados que no es probable que la terapia los cure por completo. Pero probar tratamientos preventivos requiere examinar a miles de personas sanas para encontrar una población de estudio de personas con acumulación de amiloide y sin problemas cognitivos, un proceso lento y costoso.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, informan que pueden medir los niveles de la proteína beta amiloide de la enfermedad de Alzheimer en la sangre y usar dichos niveles para predecir si la proteína se ha acumulado en el cerebro. Cuando los niveles de amiloide en sangre se combinan con otros dos factores principales de riesgo de Alzheimer: la edad y la presencia de la variante genética APOE4, las personas con cambios cerebrales tempranos de Alzheimer pueden identificarse con una precisión del 94%. Esta prueba puede ser aún más sensible que el estándar de oro, un escáner cerebral PET, para detectar el comienzo de la deposición de amiloide en el cerebro.

Esta prueba podrá estar disponible en los consultorios médicos dentro de unos años, pero sus beneficios serán mucho mayores una vez que haya tratamientos para detener el proceso de la enfermedad y prevenir la demencia.

Los estudios clínicos de candidatos a medicamentos preventivos del Alzheimer, se han visto obstaculizados por la dificultad de identificar a los participantes que tienen cambios cerebrales sin problemas cognitivos. El análisis de sangre podría proporcionar una manera de detectar de manera eficiente a las personas con signos tempranos de enfermedad para que puedan participar en ensayos clínicos que evalúen si los medicamentos pueden prevenir la demencia de Alzheimer.

La prueba, una versión anterior de la cual se informó por primera vez hace dos años, utiliza una técnica llamada espectrometría de masas para medir con precisión las cantidades de dos formas de beta amiloide en la sangre: beta 42 amiloide y beta 40 amiloide. La relación de las dos formas disminuye a medida que aumenta la cantidad de depósitos beta amiloides en el cerebro.

En el presente estudio participaron 158 adultos mayores de 50 años. Todos menos 10 de los participantes en el nuevo estudio eran cognitivamente normales, y cada uno proporcionó al menos una muestra de sangre y se sometió a un escáner cerebral PET. Los investigadores clasificaron cada muestra de sangre y exploración PET como amiloide positivo o negativo, y encontraron que el análisis de sangre de cada participante estuvo de acuerdo con su exploración PET el 88% del tiempo, lo cual es prometedor pero no lo suficientemente preciso para una prueba de diagnóstico clínico.

En un esfuerzo por mejorar la precisión de la prueba, los investigadores incorporaron varios factores de riesgo importantes para el Alzheimer. La edad es el mayor factor de riesgo conocido; después de los 65 años, la probabilidad de desarrollar la enfermedad se duplica cada cinco años. Una variante genética llamada APOE4 aumenta el riesgo de desarrollar el Alzheimer de tres a cinco veces. Y el género también juega un papel:

dos de cada tres pacientes con Alzheimer son mujeres. Cuando los investigadores incluyeron estos factores de riesgo en el análisis, descubrieron que la edad y el estado APOE4 elevaron la precisión del análisis de sangre al 94%. El sexo no afectó significativamente el análisis.

Además, los resultados de los análisis de sangre de algunas personas inicialmente se consideraron falsos positivos porque el análisis de sangre fue positivo para beta amiloide, pero el escáner cerebral resultó negativo. Pero algunas personas con resultados desiguales dieron positivo en los escáneres cerebrales posteriores tomados un promedio de cuatro años más tarde. El hallazgo sugiere que, lejos de estar equivocado, los análisis de sangre iniciales habían señalado los primeros signos de enfermedad omitidos por el escáner cerebral estándar de oro.

Como parte del estudio, los investigadores analizaron el proceso de inscripción para un importante ensayo de prevención de la enfermedad de Alzheimer llamado estudio A4, que utilizó escáneres PET para confirmar la presencia de cambios cerebrales tempranos de la enfermedad de Alzheimer en los posibles participantes. Llegaron a la conclusión de que la detección previa con un análisis de sangre seguido de una exploración PET para confirmar habría reducido la cantidad de exploraciones PET necesarias en dos tercios. A diferencia de los análisis de sangre, que cuesta alrededor de $100, cada exploración PET cuesta más de $1,000. Un solo sitio solo puede realizar unas pocas docenas de escáneres cerebrales PET al mes, porque los escáneres PET están reservados principalmente para la atención al paciente, no para estudios de investigación.

Con un diagnóstico más temprano se podrán tomar medidas terapéuticas para limitar o reducir el avance de la Enfermedad de Alzheimer.

Fuente informativa: Neurology

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